Pintura blanca para paredes ¿Cuál es la más adecuada?

El blanco es uno de los colores de mayor antigüedad  y la elección favorita para pintar casa por sus diferentes ventajas. Este color aporta luminosidad y amplitud, convirtiéndose en el color ideal para las estancias de reducido espacio.

En la actualidad hay un abanico extenso de colores para paredes con tonalidades blancas. Además, el color blanco puro no tiene matices. La pintura blanca para interiores se encuentra disponible en acabados mate y satinado, y la marca Emucril ofrece las siguientes opciones: blanca ecológica Emucril Vida (Mate), Bruguer Emultone Satinado (Satinado).

Las opciones mate se encargan de disimular las imperfecciones de las paredes así como de los repintados, mientras que las pinturas con acabado satinado son mucho más resistentes y lavables, y perfectas para pintar lugares que se exponen constantemente a la suciedad.

La más recomendada es la pintura blanca mate, aunque esta opción tenga una lavabilidad más reducida, ofrece más ventajas a la hora de disimular los repintados y los errores de aplicación.

¿Cuál es el tipo de pintura ideal?

La pintura plástica es la que mayor carta de colores tiene en relación a los recubrimientos minerales. Del mismo modo, tiene un olor que no es del gusto de todos los usuarios.

Actualmente la pintura ecológica Emucril Vida es la opción favorita y se trata de un tono blanco mineral en base a cal, totalmente libre de olores y adecuado para personas que sufren de sensibilidad química.

Ventajas de pintar con tonos blancos

No hay dudas en que el color blanco es uno de los tonos preferidos, y teniendo en cuenta que en el mercado se encuentran los blancos fríos y blancos cálidos lo mejor es conocer las ventajas que estos presentan a la hora de aplicarse en los espacios.

Los blancos fríos brindan un toque más moderno y minimalista, mientras que los cálidos dan relajación y suavizan los espacios que no cuentan con luz del exterior. De esta manera, pintar de blanco ofrece a los espacios claridad, amplitud, combinación con todos los colores y mucho más protagonismo a la decoración.

La luminosidad, la clave para conseguir el blanco ideal

A la hora de escoger el blanco ideal es muy importante conocer la luminosidad del espacio a pintar, además de la estancia expuesta al sol y el tipo de bombilla que ilumina el espacio. Generalmente, las fuentes de luz con menor temperatura, es decir, tonos más anaranjados, potencian la sensación de oscuridad.

Los profesionales siempre recomiendan escoger un tono más claro que el deseado, esto con la finalidad que en condiciones de baja luz se pueda dar la sensación de que el color es muy oscuro.

Para asegurarse de conseguir el tono ideal de blanco se puede utilizar el simulador de pinturas para paredes y la carta de colores, así como leer la ficha técnica del producto. Con estas opciones se logra escoger el blanco ideal. Además, ambas son alternativas muy sencillas y prácticas que no requieren de mucho esfuerzo.